Pasión de habitación 

Estoy recostado en la cama de mi habitación, una cama matrimonial q aún mantiene la sabana blanca con la q fue vestida durante el medio día. Dos almohadas bajo mi cabeza y un cojín de color rojo a mi costado donde apoyo mi brazo izquierdo. En mi mano derecha el control remoto el cual he estado utilizando durante los últimos minutos buscando encontrar algun programa interesante en la televisión sin dar frutos, ya que lo único q encuentro son puros comerciales en todos los canales; al final, llegó a uno de esos canales en los q se mira sólo una imagen fija y abstracta, donde sólo se transmite música con los hits del momento. 

Mientras q el clima está encendido a 20°C q mantiene la habitación fresca y con las amplias ventanas del dormitorio cerradas que impiden q el calor del exterior sofoque el aliento, disfruto de observar a la mujer q se encuentra conmigo en la misma habitacion; ella se contonea al ritmo de la música y tararea la melodía al tiempo que seca su largo cabello después de haberse dado una ducha y preparándose para ir a nuestra reservación para cenar en el restaurante del hotel donde nos hospedamos.
Su cuerpo, q en ese momento estaba rodeado por una toalla blanca perteneciente al mismo hotel, posee una piel encantadoramente morena, suave y hasta ahora ya bastante bronceada por el sol del verano.

Cuando terminó de secar su cabello, tomo la crema hidratante de su tocador, vació un poco de ésta en sus manos y comenzó a esparcirla en sus brazos, su cuello y su cara, acto seguido, soltó la toalla q llevaba rodeando su cuerpo y al tiempo q caia a su alrededor, comenzó a esparcirla y frotar la crema en su pecho, senos, abdomen y cintura, en ese momento volteo su cara y dirigió una mirada pícara hacia mi comprobando q estuviera pendiente del espectáculo q me brindaba mientras acondicionaba su cuerpo. Volvió a tomar un poco más de crema en sus manos y esparció un poco en sus caderas y nalgas de una manera lenta y provocativa, flexionando un poco sus rodillas mientras sus manos se deslizaban suavente sobre su culo, alrededor y entre sus nalgas, con movimientos lentos y a veces sólo con los dedos, masajeando de arriba a abajo llegando hasta su año y regresando. 

Después levanto una de sus piernas apoyandola sobre la silla q tenia frente a ella y siguiendo el mismo patron, esparcía la crema por todo su muslo y pantorrilla derecha, inclinándose de una manera muy provocativa, de manera q, desde el punto q me encontraba, podía admirar el interior de sus piernas, dejando los labios cerrados de su vagina al descubierto; cambio de pierna y volvió a dirigir su mirada hacia a mi dejando ver una hermosa sonrisa y una mirada q hechizaba. Alcanzaba a ver entre sus piernas, como se asomaban sus dedos al esparcir crema en su pelvis y sus íngles, frotaba alrededor, sobre y entre sus labios vaginales al tiempo q dejaba salir un suspiro y cerraba sus ojos al mismo tiempo q volteaba su mirada.

Tomó su toalla y la sustubo frente a ella cubriendo el frente de su cuerpo desde sus pechos hasta media pierna, tomo la crema con su mano derecha y se dirigió hacia la cama y me pidió q le aplicara un poco en su espalda. Tomé la crema, me incorporé y me acomodé en la orilla de la cama dejando un espacio entre mis piernas para q ella se sentara. Tomé un poco de crema en mis manos y comencé a esparcirla en todo su torso. Deslizaba mis manos al rededor de su cuello, sus hombros, parte de sus brazos y comenzaba a bajar por su espalda hasta la cintura y volvía a subir; cuando regresaba a sus hombros, comencé a darle un masaje al tiempo q ella acomodaba su cabello de un costado a otro. Un suspiro salió desde su pecho al momento q me acercaba a su cuello para oler la fragancia q despedía, mi respiración le provocaba un cosquilleo q disfrutaba mientras cerraba sus ojos e inclinaba su cabeza hacia atrás y se recargaba en mi hombro.

Deslice mis manos hasta su cintura y la sujete con fuerza, la levanté un poco y recorrí su cuerpo de tal manera q alcanzará a rozar con el mio y sintiera mi pene con sus caderas. 
Subí mis manos y retire la toalla q sujetaba al momento q ella pasaba sus brazos alrededor de mis piernas y tome sus pechos entre mis manos, besaba su cuello y hombros, apretaba y masajeaba circularmente sus hermosos senos y sus firmes pezones q, desde mi perspectiva, brotaban de sus pechos como botonwp-1466635682671.jpges, los cuales presionaba y daba pequeños pellizcos q la hacían retorcerse de placer. 

Durante el proceso, ella giro su cara hacia mi y con una mirada de deseo, buscaba mis labios con los suyos; unos labios gruesos y tiernos q se movían con una gracia y suavidad indescriptibles. De ellos brotaba una ágil lengua q se introducía entre mis labios q jugaba y se aferraba con la mía, compartiendo suspiros y fluidos de manera apasionada. Al mismo tiempo tomo mi mano con la suya y la comenzó a deslizar por entre sus pechos, su abdomen, su cintura y hasta su vientre, guió mi mano hasta tu vagina indicándome q masajeara sus labios y su clítoris. Deslizaba mis dedos arriba y abajo, adentro y afuera, en círculos y a manera de zigzag. 
Esta mujer era candente, fogoza, sensual y hermosa…

                                      Continuará…